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13/5/13

¿Qué película veo? Hoy, 28 Días Después

La magia del cine es ilimitada. Mezclar una preciosa fotografía, un interesante actor principal y un virus mortal no siempre van desligados....


Danny Boyle (perdonadle ya La Playa, por favor), encargado de must watch como Trainspotting, decide que ya es hora de darle una vuelta a las clásicas historias de zombies y en 2002 deja a mi queridísimo Cillian Murphy a cargo de una profunda historia sobre corrupción de la moralidad, cariño en estado puro e infectados. Pero no está solo, Brendan Gleeson, Naomie Harris y Megan Burns le acompañan en su viaje.




Primero, dadme unos segundos que me calme. Y es que me hace infinita ilusión explayarme y las ideas se me agolpan en la cabeza y me salen sin filtro. Ya. Vamos a empezar por el principio: amo el cine de terror y voy a intentar venderos esta cinta como el Santo Grial del cine de zombies/infectados. ¿Por qué? Porque lo tiene todo. Eso sí, amantes del gore, mis condolencias. Vísceras y jugosos hígados en bocas de hambrientos seres no abundan, pero podréis ver a algún que otro infectado vomitando sangre en la cara de un pobre descuidado. ¿Os sirve? Decidme que sí, por favor. 
Volviendo al caso, como decía, lo tiene todo:

Boyle dice: ¿no te convencen los zombies? Pues ya verás. Y al comienzo de la película tienes una intimidante panorámica de Londres desierta, sepultada por recuerdos destrozados y huidas precipitadas. Nuestro protagonista, Jim (Murphy) despierta después de un accidente y se encuentra en un hospital vacío y un desconcierto general. ¿Qué ha pasado? Cuando se encuentra con el deplorable estado de la ciudad, hace lo que cualquiera en su lugar; se dedica a recoger el dinero que encuentra, busca algo para refrescarse la garganta y busca un posible punto de concentración de personas: la Iglesia. Mala idea, Jim. Mala idea. Tras ser casi atacado por un cura enajenado y un séquito de hambrientos seres de ojos rojos y gritos chirriantes, nuestro protagonista huye despavorido hasta tener la suerte de encontrarse con dos supervivientes (uno de ellos es Naomie Harris, el otro... da lo mismo) que le explican la situación y a los que convence para que le acompañen hasta casa de sus padres. De nuevo, mala idea, Jim.

Pobre Jim, que no da una. O quizás sí. Todas estas decisiones le llevan a encontrarse con un encantador padre (Brendam Gleeson) y su pequeña (Megan Burns, que luego se hizo gótica. Decidme que os sorprende), que se han atrincherado en un edificio.

A partir de ahí la cinta se vuelve mágica. Nos encontramos enamorados de todos los personajes, lloramos, nos frustramos y les deseamos volver a casa sanos y salvos. Ah, pero su salvación reside en un grupo de soldados del ejército y su dudosa hospitalidad...

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Creo que lo he mencionado, pero repito: la fotografía es espectacular. De principio a fin del filme. Desde esa Londres destrozada a los preciosos campos de pueblecitos de Gran Bretaña como castillos reutilizados como fortalezas a las afueras de la isla... vale la pena no perderse un detalle.

Qué decir de esos planos, pioneros en el género de terror, que dan prioridad al entorno y dejan a un minúsculo protagonista solo rodeado de miedo y nervios. Vale, quizás pionero pionero no es, lo usaban películas sobre mansiones encantadas desde los 60; pero sí en el subgénero de zombies. Y no me vengáis ahora con que "no son zombies, son infectados", porque no sé yo de un subgénero de infectados. Mezclémoslos un poco, que no hace daño.

Un pasito más allá, la banda sonora es impresionante. Para más inri, la han usado recientemente mientras anuncian The Walking Dead en Cuatro. En fin. Incontables ocasiones ha sonado como música de ambiente, pues es lenta y decidida. Va rascando poco a poco hasta proporcionar algo de terror, pero más incertidumbre. 

Finalmente, mención especial al reparto, que le da ese toque especial al largometraje. Jim se hace de querer y de odiar casi a partes iguales, pero el resto encandilan casi sin proponérselo. Y es que dejan a flor de piel los sentimientos del espectador. Se meten poquito a poco dentro de ti y sin darte cuenta te ves sufriendo por un grupo de desconocidos.

Si tengo que sacarle algún defecto... mencionaría el final. Insatisfactorio. ¡Oh, no! Tranquilos, el bueno de Boyle nos colgó un final alternativo para los compradores del DVD.

En resumidas cuentas, 28 Días Después es de lo mejorcito del cine de terror -e incluyo el cine clásico-. Y ahonda en los sentimientos más profundos de personas que sufren un fuerte trastorno social y emocional. Es, en todo ámbito, una película profunda y excepcional.

4 comentarios:

  1. De mis pelis favoritas del género. Eso si, a un servidor ambos finales le parecen altamente satisfactorios. Y adoro a Brendam Gleeson cuando aparece vestido de antidisturbios echando a patadas a los infectados del rellano del edificio. Recuerdo partirme el ojete una vez que la estaba viendo con los colegas, salió esa escena y alguien gritó "DALES DURO IRON MAN".

    Y a decir verdad, esa manía del prota de cometer errores le da una humanidad que un servidor encuentra 100% identificable con uno mismo.

    En fin, que gran entrada Leti :D

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    Respuestas
    1. Me encanta que te guste, Juanan. Y agradezco muchísimo tu comentario <3

      Estoy de acuerdo en que la imperfección de Jim es necesaria, así como todas sus decisiones. Yo es que soy muy de odiar y de quejarme, pero ni Jim ha conseguido que lo odie por completo.

      ¡¡Gracias por comentar!!

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  2. Como criticón de tus críticas, chapó. Para mí tu mejor entrada en esta página hasta la fecha, en todos los sentidos. La verdad, da gusto leerte, pero por tu culpa tengo muchas ganas de ver la película de los cojones (con cariño), ¡y no tengo tiempo!

    Te voy a comprar la camiseta y en paz. ¡Así que mucho ánimo con esto y sigue así!

    Besitohs de Tom Cruise ^3^

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