Título: Sin noticias de Gurb.
Título original: Sin noticias de Gurb.
Autor/a: Eduardo Mendoza.
Saga: ---
Editorial: Seix Barral.
Traducción: ---
Año: 1990 (2002).
Páginas: 143.
ISBN: 8432207829.
Precio: 13.30€ / 4.99€ formato digital.
¿Dónde puedo conseguirlo?: El Corte Inglés
Sinopsis: Perdido en la Barcelona preolímpica, el extraterrestre Gurb pone al servicio de su supervivencia la extraña cualidad de adoptar el aspecto que le plazca. Se pierde con la apariencia de Marta Sánchez, mientras su compañero alienígena inicia la búsqueda en la jungla urbana. Por su diario personal vamos conociendo las increíbles peripecias de un extraterrestre en Barcelona.
Irónica. Esa es mi primera palabra para describir esta novela. También podría decir original, única, hasta divertida. Pero, desde luego, el adjetivo que no le pondría jamás sería infantil. Y es que, querido lector, Sin noticias de Gurb está en mi estantería simplemente porque, allá por los remotos años en los que empecé la ESO, una profesora lo mandó como lectura obligatoria. Y fue un error, porque no es un libro para niños, sino para adultos.
La historia no dista mucho de lo expuesto en la sinopsis. Seguimos el diario de un extraterrestre, el cual hace de todo para sobrevivir en la Barcelona de aquel momento. ¡Y vaya si tiene métodos! Lo veremos cambiar de forma (algunas de lo más inusuales), conseguir dinero de la nada, dejar propinas de <<millón, 40>>, e ingerir cantidades de comida tan absurdas como 12 kilos de churros. ¡Casi nada, vamos! Y esto descrito, además, con mucha ironía, mucho humor y puntos muy maduros, todo en entradas de diario que va haciendo según las horas del día. Un número.
Los personajes son breves, en absoluto profundos, y de alguno que otro tendrás que ir deduciendo cosas por ti mismo. Pero es que lo importante aquí no son ellos, sino, en cierto modo, la denuncia social y la crítica a ciertos aspectos de la urbe catalana. Aunque también con mucho amor y cercanía, desde luego. Y con ironía. Con mucha ironía.
En cuanto a cómo escribe Eduardo Mendoza, poco más tengo que añadir a lo dicho anteriormente. Bueno, sí, que es tremendamente acertado. Porque sabe lo que quiere describir y cómo lo quiere describir, y tampoco se enzarza en letanías y locuras de parrafadas interminables. No. Él expone lo conveniente de la manera más justa posible con una obra así. A veces desvaría, a veces es muy preciso. Todo según conviene. En la contraportada el propio Mendoza dice de la obra que es <<el libro más excéntrico de cuantos he escrito>>, y no puedo estar más de acuerdo. A veces me daba la impresión de que la novela la había elaborado una tarde en su casa, riéndose de las críticas que colaba entre alienígena y alienígena, y demostrando así el talento que tiene.
Poco más puedo decir de ella, básicamente porque se define por si sola. ¿Que la leas? Tal vez sí. Pero sólo si sabes leer entre líneas y te gusta cambiar de estilo de lectura de vez en cuando. Si buscas una trama enrevesada y con trasfondo, desde luego, éste no es tu libro. Si, por otro lado, lo que quieres es pasar un buen rato y echarte unas risas disparatadas, sumérgete en Sin noticias de Gurb, porque te gustará de verdad.
Irónica. Esa es mi primera palabra para describir esta novela. También podría decir original, única, hasta divertida. Pero, desde luego, el adjetivo que no le pondría jamás sería infantil. Y es que, querido lector, Sin noticias de Gurb está en mi estantería simplemente porque, allá por los remotos años en los que empecé la ESO, una profesora lo mandó como lectura obligatoria. Y fue un error, porque no es un libro para niños, sino para adultos.
La historia no dista mucho de lo expuesto en la sinopsis. Seguimos el diario de un extraterrestre, el cual hace de todo para sobrevivir en la Barcelona de aquel momento. ¡Y vaya si tiene métodos! Lo veremos cambiar de forma (algunas de lo más inusuales), conseguir dinero de la nada, dejar propinas de <<millón, 40>>, e ingerir cantidades de comida tan absurdas como 12 kilos de churros. ¡Casi nada, vamos! Y esto descrito, además, con mucha ironía, mucho humor y puntos muy maduros, todo en entradas de diario que va haciendo según las horas del día. Un número.
Los personajes son breves, en absoluto profundos, y de alguno que otro tendrás que ir deduciendo cosas por ti mismo. Pero es que lo importante aquí no son ellos, sino, en cierto modo, la denuncia social y la crítica a ciertos aspectos de la urbe catalana. Aunque también con mucho amor y cercanía, desde luego. Y con ironía. Con mucha ironía.
En cuanto a cómo escribe Eduardo Mendoza, poco más tengo que añadir a lo dicho anteriormente. Bueno, sí, que es tremendamente acertado. Porque sabe lo que quiere describir y cómo lo quiere describir, y tampoco se enzarza en letanías y locuras de parrafadas interminables. No. Él expone lo conveniente de la manera más justa posible con una obra así. A veces desvaría, a veces es muy preciso. Todo según conviene. En la contraportada el propio Mendoza dice de la obra que es <<el libro más excéntrico de cuantos he escrito>>, y no puedo estar más de acuerdo. A veces me daba la impresión de que la novela la había elaborado una tarde en su casa, riéndose de las críticas que colaba entre alienígena y alienígena, y demostrando así el talento que tiene.
Poco más puedo decir de ella, básicamente porque se define por si sola. ¿Que la leas? Tal vez sí. Pero sólo si sabes leer entre líneas y te gusta cambiar de estilo de lectura de vez en cuando. Si buscas una trama enrevesada y con trasfondo, desde luego, éste no es tu libro. Si, por otro lado, lo que quieres es pasar un buen rato y echarte unas risas disparatadas, sumérgete en Sin noticias de Gurb, porque te gustará de verdad.
En principio no me llama mucho, pero lo has descrito TAN divertido que un día tendrás que prestármelo (lalalala)
ResponderEliminarUn beso enorme ^^