Título: Batman: Arkham Origins.
Título original: Batman: Arkham Origins.
Género: Acción aventura.
Compañía: Warner Bros. Games Montreal.
Saga: Batman: Arkham.
Soporte: PS3, Xbox360, Wii U, PC.
Probado en: PS3.
Año: 2013.
Precio: 49.95€
¿Dónde puedo conseguirlo?: GAME
Sinopsis: Los asesinos de Máscara Negra. Enfréntate a ocho de los asesinos más mortíferos de todo el universo de DC, que compiten para llevarse la recompensa de 50 millones de dólares por la cabeza de Batman.
Y... otros tres apartados que tiene la sinopsis. Pero quedémonos con ése.
Reservé el Batman: Arkham Origins tres meses antes de que saliera. Iba con miedo, lo confieso, porque no participaba Rocksteady en esta entrega y porque Paul Dini se había bajado del carro. Así que cuando fui a GAME para reservar mi ejemplar iba un poco reticente, bastante insegura. Gracias a Sephiroth, mis temores eran la tontería más grande del mundo.
Volvemos a Gotham, la ciudad del hombre murciélago. Pero una Gotham temprana, infestada de corrupción y malos hábitos. Incluso más de lo habitual. ¿Por qué? Pues porque, tal y como dice el título, estamos en los orígenes. El mapa es el del Batman: Arkham City, pero si en la segunda entrega la ciudad estaba limitada por un muro de contención para los presos, aquí tenemos vía libre para pasar a la otra mitad. Es decir: el mapa es el doble de grande que en la versión anterior. Y seguramente te preguntarás, querido lector, <<bueno, ¿y la gente dónde está?>>. Porque es fue la pregunta que me hice yo. Que, vamos, por muy de noche que sea, habrá jóvenes en Gotham y tendrán ganas de marcha y discoteca. Pues resulta que el estudio de la Warner ha salido del paso de una manera magistral, evocando además nostalgia y recuerdos que nos llevan hasta Batman Returns, la película de Burton. Exacto: es el día de Navidad. Es por eso que las familias están recogidas en sus casas, calentitas y comiendo pavo y gambas. Sólo los matones y los chicos malos están en la calle.
Empezamos nuestra historia en la cárcel de Blackgate, donde Máscara Negra se ha colado y lo ha puesto todo patas arriba. Batman deja a un resignado Alfred en la batcueva y se pone en marcha para frenar el caos de la institución. Pero eso sólo es el principio, y, después de unas secuencias de vídeo de lo más apetitosas, nos encontraremos con un total de ocho asesinos que nos perseguirán para cobrar la recompensa que hay por la cabeza del murciélago: nada más y nada menos que 50 millones de dólares. Estaremos entonces frente a Deadshot, Shiva, Deadstroke, Electrocutor (con este te lo vas a pasar MUY bien, querido lector), el Cocodrilo Asesino, Copperhead, Luciérnaga (este tipo en realidad siempre me ha gustado) y, atención a esto: Bane. Pero no un Bane de cartón como el que se nos presentaba en las anteriores entregas: no. Un Bane de verdad, con su astucia, sus retos, su Veneno, por supuesto, pero su inteligencia más que potente. Vamos, un Bane del que seguramente Juanan diga: <<¡ei, que está bien!>>, y amén. No podemos olvidar, claro está, a otros enemigos como el Pingüino, Alberto Falcone, Bird, Anarky, y, cómo no, a mi maravilloso Enigma, además de un interesante etcétera, que si bien se van entremezclando en la trama principal, completar sus detalles es más bien una cosa secundaria. En el bando de los buenos tenemos a una jovencísima Bárbara Gordon de quince años, que ya nos demuestra que sabe cuidarse solita y que tiene más de un as escondido en la manga; y, cómo no, a su padre, James Gordon, que no está muy de acuerdo con el murciélago... al principio.
<<Pero, Ángela, para el carro>>, me dirás; <<¿y el Joker?>>. Pues el Joker, querido lector, está aquí de una manera que no te puedes ni imaginar. Su escena introductoria te dejará con la boca abierta y la ropa interior mojadita de amor. Sí, sí: el Joker en toda su esencia, un Joker más loco y temerario e inestable aún que los de antes. Y lo más importante: un Joker basado en La Broma Asesina. ¿Te acuerdas de ese cómic, querido lector? Sí, esa obra maestra imprescindible que reseñó Juanan (si necesitas refrescar la memoria, siempre puedes echarle un vistazo aquí). Pues ese Joker, con su rollo de Capucha Roja, su compra del parque de atracciones y todo. Y, además, con una escena jugable que te dejará con el cuerpo maravillado. Toda una joya de la corona.
Quiero marcar este último punto. Junto con el detalle de Batman Returns, este Joker (y atención que digo sólo Joker, y no Bárbara, Gordon y compañía), basado tan férreamente en un cómic tan mítico y ejemplar, hace que el juego ya no sea sólo una delicia para el jugador ocasional, aquél que no tiene (ni mucho menos) que ser seguidor de la versión dibujada, sino también para el lector incondicional de grapas. Es, simplemente, una acción muy a tener en cuenta. Me gustaría dar gracias a los desarrolladores, que, no como otros, se han detenido a estudiar esta historia, y no a sacarse las cosas del bolsillo. Han dado su propia versión, como tantas otras que tiene el murciélago, pero una versión que respeta la parte mítica del superhéroe.
No quiero olvidarme tampoco de la mención a Capitán Bumerang, que también pertenece al Universo DC.
Y hablando de Batman en sí, me ha parecido sublime su adaptación. Ya no sólo por su terquedad y su insistencia, sino porque, recordemos, es un Batman joven y, por lo tanto, comete fallos. Veremos entonces que, interrogando, se le va la mano y su víctima se desmaya, o que en más de una ocasión no calcula bien y pega demasiado fuerte. También me ha parecido maravillosa la versión de Alfred que nos ofrece el juego. ¡Por fin podemos verle, y no sólo oírle! Y ya no sólo a él... ¡podemos visitar la batcueva! Donde, además, volvemos al detalle de los orígenes, y si nos paramos a mirar un poco vemos batherramientas precarias, o incluso un batmóvil aún en periodo de construcción. En cuanto a los gadgets del murciélago, Juanan y yo estuvimos manteniendo una conversación interesante sobre cómo lo harían. La pregunta básica era: ¿por qué Batman tiene mejores artilugios y una armadura de la hostia si se supone que el juego es anterior a los otros? ¿No habría reservado esas armas, si son tan buenas? Pues bien, esto es otro acierto por parte de Warner: los instrumentos no son suyos. O, al menos, no todos: los va cogiendo prestados de enemigos a los que derrota, o Alfred se dedica a terminar de darle un par de retoques en el laboratorio para que puedas pasar a recogerlos. Son un predecesor más que evidente y justificado de los que vemos más adelante (hablando según la cronología del juego, claro), y sólo se me escapa uno de ellos: unos guantes que son lo mejor de lo mejor. En cuanto a la armadura, yo lo veo como un traje más pesado que más tarde termina arreglando y sintetizando en unas capas más finas pero igualmente resistentes; una evolución de su vestimenta que, si bien es más liviana, aguanta lo mismo, porque las barras que tenemos de vida al final se resumen a la esencia del City.
En cuanto a la jugabilidad, decir que me parece impecable. Han sabido mantener la línea de la saga Arkham, pero mejorando pequeños aspectos que nos hacen el juego incluso más apetecible (los matones a los que hay que interrogar, por ejemplo, no pueden ser eliminados si no es con este método). También han sumado un modo detective de lo más chulo, interesante y entretenido. Nos encontraremos una serie de asesinatos y crímenes que se nos plantean de manera secundaria, y para resolverlos habrá que usar estos análisis, que, entre otras cosas, nos permitirán recrear la escena y saber qué ha pasado. Una cosa que sí he echado de menos son las "fotografías" de Enigma. Sí, esos acertijos que tenías que resolver dando tumbos por la ciudad y enfocando ciertas cosas. Pero más tarde pensé que tenía sentido que no los pusieran, ya que en Batman: Arkham Asylum es el propio Edward el que te dice cómo tienes que hacerlo. Este detalle te lo resuelven con las marcas de Anarky, que sólo se pueden ver con la visión de detective y que siguen el mismo patrón que los acertijos Enigma, y las placas de Cyrus Pickney (sí, claro que te suena, querido lector; déjame que te refresque la memoria: <<¡Bienvenido al museo de historia natural Cyrus Pickney!>>; con el dinosaurio y todo eso; ¿ya?), que recuerdan mucho a la parte de Amadeus Arkham en el uno. Muy, muy recomendables.
<<Bueno, Ángela, ¿entonces han quitado lo de ir recogiendo trofeos de Enigma? ¡Con lo que a mí me gustaba!>>. No, querido lector, está ahí, sólo que ahora son paquetes de datos de extorsión que los matones, y no Nashton, han escondido por Gotham, así como una serie de relés que se distribuyen por los distritos. Tendrás que romperlos todos si quieres llegar hasta el interrogante verde, y, además, encargarte de las torres de radio, las cuales actuarán de interferencia y no te permitirán volar hasta el punto de batala de ese sector (sí, tienes batala; con un mapa tan grande, ¿qué querías?). Casi nada.
Eso sí: han cambiado los botones. O al menos en la versión de PS3. Al principio estaba que me volvía loca, pero una vez que te acostumbras se lleva muy bien. También quiero mencionar los increíbles mapas de desafío y el nuevo sistema multijugador online, en el que coges un personaje cualquiera para luchar en la guerra de bandas.
Vale, vale, ya voy terminando. Lo siento; es que, aunque no lo parezca, el juego es tan completo que da mucho de qué hablar. Pero vamos a mi tema final y uno de mis favoritos: el doblaje. Y sí, otra vez estoy indignada: no se puede seleccionar la versión original. ¿Y adivináis quién trabaja en el reparto? Sí, Troy Baker, nada más y nada menos que como el Joker. Ya he visto la cinematográfica en inglés, y, querido lector mío, es para quitarse el sombrero, las bragas, el sujetador y... vale, ya paro. En fin, una delicia de delicias. Ya no sólo por Troy (¡oh, alabado seas, voz de voces!), sino porque todo el reparto es exquisito. Roger Craig Smith hace un Batman sublime, y me quedé prendada del trabajo de JB Blanc como Bane.
Eso sí, la versión española sigue con mucho nivel. Repiten voces como la de Claudio Serrano, Amparo Bravo o José Padilla, y tenemos a Antonio Esquivas (más conocido por su papel en Los Simpson como el actor secundario Bob) y a un magnífico y siempre brillante Luis Bajo, que se encarga de darle voz al misterioso Cyrus Pickney (<<¡Bienvenido al museo de...>>. Vale, ya lo dejo). Por cierto, al principio estaba que me tiraba de los pelos con el doblaje. Había voces que me fallaban, me parecían descolocadas y me tenían negra. Pero cuando fui avanzando la historia y acostumbrándome, entendiéndolo todo, ya fue otra cosa. Ah, y olé por los comentarios de los matones. Se superan cada juego.
Sí, fin de la reseña. Y con todo esta parrafada inmensa, ¿qué deducimos? Pues que te compres ya el juego, hombre. Que merece la pena y más. No se ha llevado el diez por el final, que me pareció un poco bajo en comparación a la altura de todo el juego. Pero eso no quita que, queramos o no, sea otra pieza mayor dentro del mundo de las videoconsolas.
Pros:
* La jugabilidad; más manejable, dinámica y mejor adaptada incluso que entregas anteriores.
* Los personajes. Nos faltan algunos, pero los que hay están muy bien plasmados.
* Los detalles de mención al cómic. Magnífico.
* El mapa, que supera incluso al del City.
* Misiones secundarias. Y es que tienes para aburrirte. Son variadas, numerosas y a veces suponen verdaderos desafíos.
* Troy Baker. Y el doblaje en general, también, en ambos idiomas.
* La historia: increíblemente adictiva. Con un final no muy a la altura, pero muy, muy chula.
* Como en entregas anteriores, puedes tirarte horas enteras y no te darás cuenta de que ha pasado el tiempo.
* Cómo han sabido aunar y entrelazar la historia a la de los anteriores Arkham, incluso habiéndola unido también al cómic.
* Los gráficos: ¡vaya una manera de coger los detalles!
* La banda sonora: como siempre, perfecta.
Contras:
* Vuelvo a lo mismo: ¿¡Y MI TROY!?
Y... otros tres apartados que tiene la sinopsis. Pero quedémonos con ése.
Reservé el Batman: Arkham Origins tres meses antes de que saliera. Iba con miedo, lo confieso, porque no participaba Rocksteady en esta entrega y porque Paul Dini se había bajado del carro. Así que cuando fui a GAME para reservar mi ejemplar iba un poco reticente, bastante insegura. Gracias a Sephiroth, mis temores eran la tontería más grande del mundo.
Volvemos a Gotham, la ciudad del hombre murciélago. Pero una Gotham temprana, infestada de corrupción y malos hábitos. Incluso más de lo habitual. ¿Por qué? Pues porque, tal y como dice el título, estamos en los orígenes. El mapa es el del Batman: Arkham City, pero si en la segunda entrega la ciudad estaba limitada por un muro de contención para los presos, aquí tenemos vía libre para pasar a la otra mitad. Es decir: el mapa es el doble de grande que en la versión anterior. Y seguramente te preguntarás, querido lector, <<bueno, ¿y la gente dónde está?>>. Porque es fue la pregunta que me hice yo. Que, vamos, por muy de noche que sea, habrá jóvenes en Gotham y tendrán ganas de marcha y discoteca. Pues resulta que el estudio de la Warner ha salido del paso de una manera magistral, evocando además nostalgia y recuerdos que nos llevan hasta Batman Returns, la película de Burton. Exacto: es el día de Navidad. Es por eso que las familias están recogidas en sus casas, calentitas y comiendo pavo y gambas. Sólo los matones y los chicos malos están en la calle.
Empezamos nuestra historia en la cárcel de Blackgate, donde Máscara Negra se ha colado y lo ha puesto todo patas arriba. Batman deja a un resignado Alfred en la batcueva y se pone en marcha para frenar el caos de la institución. Pero eso sólo es el principio, y, después de unas secuencias de vídeo de lo más apetitosas, nos encontraremos con un total de ocho asesinos que nos perseguirán para cobrar la recompensa que hay por la cabeza del murciélago: nada más y nada menos que 50 millones de dólares. Estaremos entonces frente a Deadshot, Shiva, Deadstroke, Electrocutor (con este te lo vas a pasar MUY bien, querido lector), el Cocodrilo Asesino, Copperhead, Luciérnaga (este tipo en realidad siempre me ha gustado) y, atención a esto: Bane. Pero no un Bane de cartón como el que se nos presentaba en las anteriores entregas: no. Un Bane de verdad, con su astucia, sus retos, su Veneno, por supuesto, pero su inteligencia más que potente. Vamos, un Bane del que seguramente Juanan diga: <<¡ei, que está bien!>>, y amén. No podemos olvidar, claro está, a otros enemigos como el Pingüino, Alberto Falcone, Bird, Anarky, y, cómo no, a mi maravilloso Enigma, además de un interesante etcétera, que si bien se van entremezclando en la trama principal, completar sus detalles es más bien una cosa secundaria. En el bando de los buenos tenemos a una jovencísima Bárbara Gordon de quince años, que ya nos demuestra que sabe cuidarse solita y que tiene más de un as escondido en la manga; y, cómo no, a su padre, James Gordon, que no está muy de acuerdo con el murciélago... al principio.
<<Pero, Ángela, para el carro>>, me dirás; <<¿y el Joker?>>. Pues el Joker, querido lector, está aquí de una manera que no te puedes ni imaginar. Su escena introductoria te dejará con la boca abierta y la ropa interior mojadita de amor. Sí, sí: el Joker en toda su esencia, un Joker más loco y temerario e inestable aún que los de antes. Y lo más importante: un Joker basado en La Broma Asesina. ¿Te acuerdas de ese cómic, querido lector? Sí, esa obra maestra imprescindible que reseñó Juanan (si necesitas refrescar la memoria, siempre puedes echarle un vistazo aquí). Pues ese Joker, con su rollo de Capucha Roja, su compra del parque de atracciones y todo. Y, además, con una escena jugable que te dejará con el cuerpo maravillado. Toda una joya de la corona.
Quiero marcar este último punto. Junto con el detalle de Batman Returns, este Joker (y atención que digo sólo Joker, y no Bárbara, Gordon y compañía), basado tan férreamente en un cómic tan mítico y ejemplar, hace que el juego ya no sea sólo una delicia para el jugador ocasional, aquél que no tiene (ni mucho menos) que ser seguidor de la versión dibujada, sino también para el lector incondicional de grapas. Es, simplemente, una acción muy a tener en cuenta. Me gustaría dar gracias a los desarrolladores, que
No quiero olvidarme tampoco de la mención a Capitán Bumerang, que también pertenece al Universo DC.
Y hablando de Batman en sí, me ha parecido sublime su adaptación. Ya no sólo por su terquedad y su insistencia, sino porque, recordemos, es un Batman joven y, por lo tanto, comete fallos. Veremos entonces que, interrogando, se le va la mano y su víctima se desmaya, o que en más de una ocasión no calcula bien y pega demasiado fuerte. También me ha parecido maravillosa la versión de Alfred que nos ofrece el juego. ¡Por fin podemos verle, y no sólo oírle! Y ya no sólo a él... ¡podemos visitar la batcueva! Donde, además, volvemos al detalle de los orígenes, y si nos paramos a mirar un poco vemos batherramientas precarias, o incluso un batmóvil aún en periodo de construcción. En cuanto a los gadgets del murciélago, Juanan y yo estuvimos manteniendo una conversación interesante sobre cómo lo harían. La pregunta básica era: ¿por qué Batman tiene mejores artilugios y una armadura de la hostia si se supone que el juego es anterior a los otros? ¿No habría reservado esas armas, si son tan buenas? Pues bien, esto es otro acierto por parte de Warner: los instrumentos no son suyos. O, al menos, no todos: los va cogiendo prestados de enemigos a los que derrota, o Alfred se dedica a terminar de darle un par de retoques en el laboratorio para que puedas pasar a recogerlos. Son un predecesor más que evidente y justificado de los que vemos más adelante (hablando según la cronología del juego, claro), y sólo se me escapa uno de ellos: unos guantes que son lo mejor de lo mejor. En cuanto a la armadura, yo lo veo como un traje más pesado que más tarde termina arreglando y sintetizando en unas capas más finas pero igualmente resistentes; una evolución de su vestimenta que, si bien es más liviana, aguanta lo mismo, porque las barras que tenemos de vida al final se resumen a la esencia del City.
En cuanto a la jugabilidad, decir que me parece impecable. Han sabido mantener la línea de la saga Arkham, pero mejorando pequeños aspectos que nos hacen el juego incluso más apetecible (los matones a los que hay que interrogar, por ejemplo, no pueden ser eliminados si no es con este método). También han sumado un modo detective de lo más chulo, interesante y entretenido. Nos encontraremos una serie de asesinatos y crímenes que se nos plantean de manera secundaria, y para resolverlos habrá que usar estos análisis, que, entre otras cosas, nos permitirán recrear la escena y saber qué ha pasado. Una cosa que sí he echado de menos son las "fotografías" de Enigma. Sí, esos acertijos que tenías que resolver dando tumbos por la ciudad y enfocando ciertas cosas. Pero más tarde pensé que tenía sentido que no los pusieran, ya que en Batman: Arkham Asylum es el propio Edward el que te dice cómo tienes que hacerlo. Este detalle te lo resuelven con las marcas de Anarky, que sólo se pueden ver con la visión de detective y que siguen el mismo patrón que los acertijos Enigma, y las placas de Cyrus Pickney (sí, claro que te suena, querido lector; déjame que te refresque la memoria: <<¡Bienvenido al museo de historia natural Cyrus Pickney!>>; con el dinosaurio y todo eso; ¿ya?), que recuerdan mucho a la parte de Amadeus Arkham en el uno. Muy, muy recomendables.
<<Bueno, Ángela, ¿entonces han quitado lo de ir recogiendo trofeos de Enigma? ¡Con lo que a mí me gustaba!>>. No, querido lector, está ahí, sólo que ahora son paquetes de datos de extorsión que los matones, y no Nashton, han escondido por Gotham, así como una serie de relés que se distribuyen por los distritos. Tendrás que romperlos todos si quieres llegar hasta el interrogante verde, y, además, encargarte de las torres de radio, las cuales actuarán de interferencia y no te permitirán volar hasta el punto de batala de ese sector (sí, tienes batala; con un mapa tan grande, ¿qué querías?). Casi nada.
Eso sí: han cambiado los botones. O al menos en la versión de PS3. Al principio estaba que me volvía loca, pero una vez que te acostumbras se lleva muy bien. También quiero mencionar los increíbles mapas de desafío y el nuevo sistema multijugador online, en el que coges un personaje cualquiera para luchar en la guerra de bandas.
Vale, vale, ya voy terminando. Lo siento; es que, aunque no lo parezca, el juego es tan completo que da mucho de qué hablar. Pero vamos a mi tema final y uno de mis favoritos: el doblaje. Y sí, otra vez estoy indignada: no se puede seleccionar la versión original. ¿Y adivináis quién trabaja en el reparto? Sí, Troy Baker, nada más y nada menos que como el Joker. Ya he visto la cinematográfica en inglés, y, querido lector mío, es para quitarse el sombrero, las bragas, el sujetador y... vale, ya paro. En fin, una delicia de delicias. Ya no sólo por Troy (¡oh, alabado seas, voz de voces!), sino porque todo el reparto es exquisito. Roger Craig Smith hace un Batman sublime, y me quedé prendada del trabajo de JB Blanc como Bane.
Eso sí, la versión española sigue con mucho nivel. Repiten voces como la de Claudio Serrano, Amparo Bravo o José Padilla, y tenemos a Antonio Esquivas (más conocido por su papel en Los Simpson como el actor secundario Bob) y a un magnífico y siempre brillante Luis Bajo, que se encarga de darle voz al misterioso Cyrus Pickney (<<¡Bienvenido al museo de...>>. Vale, ya lo dejo). Por cierto, al principio estaba que me tiraba de los pelos con el doblaje. Había voces que me fallaban, me parecían descolocadas y me tenían negra. Pero cuando fui avanzando la historia y acostumbrándome, entendiéndolo todo, ya fue otra cosa. Ah, y olé por los comentarios de los matones. Se superan cada juego.
Sí, fin de la reseña. Y con todo esta parrafada inmensa, ¿qué deducimos? Pues que te compres ya el juego, hombre. Que merece la pena y más. No se ha llevado el diez por el final, que me pareció un poco bajo en comparación a la altura de todo el juego. Pero eso no quita que, queramos o no, sea otra pieza mayor dentro del mundo de las videoconsolas.
Pros:
* La jugabilidad; más manejable, dinámica y mejor adaptada incluso que entregas anteriores.
* Los personajes. Nos faltan algunos, pero los que hay están muy bien plasmados.
* Los detalles de mención al cómic. Magnífico.
* El mapa, que supera incluso al del City.
* Misiones secundarias. Y es que tienes para aburrirte. Son variadas, numerosas y a veces suponen verdaderos desafíos.
* Troy Baker. Y el doblaje en general, también, en ambos idiomas.
* La historia: increíblemente adictiva. Con un final no muy a la altura, pero muy, muy chula.
* Como en entregas anteriores, puedes tirarte horas enteras y no te darás cuenta de que ha pasado el tiempo.
* Cómo han sabido aunar y entrelazar la historia a la de los anteriores Arkham, incluso habiéndola unido también al cómic.
* Los gráficos: ¡vaya una manera de coger los detalles!
* La banda sonora: como siempre, perfecta.
Contras:
* Vuelvo a lo mismo: ¿¡Y MI TROY!?
Un comienzo realmente bien enlazado a una saga magnífica
Lo pongo en inglés para demostrar que tengo razón con lo de las voces. JUM.
Quiero reparar mi ps3.
ResponderEliminarQuiero que sea enero.
Quiero que dejes de crearme hype Ángela.
Gracias.
¡Hola!
ResponderEliminarMe parece muy curioso que también reseñes videojuegos, nunca había encontrado un blog tan peculiar.
Voy a quedarme por aquí, espero que puedas devolverme la visita y quedarte por mi blog si te gusta.
De una Angela a otra Ángela, ¡besos!♥