¿Qué película veo? Hoy, El llanero solitario (colaboración especial de Utena Tenjou)

Título original: The lone ranger

Año: 2013

Duración: 149 min.

País: EEUU

Director: Gore Verbinski

Guión: Justin Haythe, Ted Elliott y Terry Rossio

Música: Hans Zimmer

Fotografía: Bojan Bazelli

Reparto: Armie Hammer, Johnny Depp, Tom Wilkinson, William Fitchner, Ruth Wilson, Helena Bonham Carter

Productora: Walt Disney Pictures, Jerry Bruckheimer Films

Género: Western, aventuras

Sinopsis: Un grupo de rangers de Texas sufre el ataque de una banda de forajidos. Un indio llamado Toro encuentra al único superviviente, John Reid (el Llanero Solitario), quien prácticamente estaba allí por accidente. A partir de ese momento, el héroe, su compañero y el enigmático caballo Silver, recorrerán el estado para dar caza a los forajidos y emplear lo que ambos, de forma distinta, consideran como justicia. Sin embargo, descubrirán que su enemigo es mucho más ambicioso e insospechado de lo que parecía.

¡Hola a todos! No, no soy Leti, pero la amo y ella me ama a mí, así que hoy me tendréis invadiendo su espacio personal patrocinada por la, no menos sexorra, Ángela. ¡Dicho esto, sólo espero que os guste!

:-:

¡Ayo, Silver! Y cómo la gran pantalla da la bienvenida a esta mítica historia, con fuerza, con brío y con muchísimo respeto. Más del que le brinda la crítica general, en mi opinión, muy injustamente.

Hacía tiempo que una película no me sorprendía tanto, y para bien. Fui sin saber por dónde me iban a salir y únicamente con una gran curiosidad en todos los sentidos, y tras regresar a casa envuelta en esta inesperada catarsis, no sé si mi sorpresa fue, incluso, mayor cuando descubrí que la castigaban a tal extremo. No podría coincidir más con algunas declaraciones de los propios Johnny Depp y Armie Hammer, y es que da la sensación de ser un producto condenado desde antes de su estreno, por venir de quien viene y actuar quien actúa. Y no descarto que la promoción haya tenido que ver, anunciándola como algo, quizá, más serio de lo que realmente se presenta. Pero no es la primera vez que una publicidad equivocada arruina un buen filme a ojos ajenos (o que se lo digan a Shyamaland en su tan infravalorada El bosque) y en cualquier caso, que no te esperes algo no significa que sea malo.

Pero no he irrumpido en este genialérrimo blog, tolerada por mi cinéfila compañera Leticia que hoy me cede la palabra, y por mi consentidora y arábiga amiga Ángela, para hacer una crítica sobre las críticas, así que mejor prosigo con lo mío o encima de una intrusa, seré una pesada.

El llanero solitario podría habérmelo puesto fácil para resumirla de la forma más peyorativa para alguien famoso y comercial que ha gustado a un amplio público y en la actualidad sigue haciendo cine: ‘el equipo de Piratas del Caribe, pero ahora con indios y vaqueros’. Y en lugar de eso, El llanero solitario me deja embelesada, alucinada, encantada y con tanto que decir al respecto, pero sobre todo, con muchísimas ganas de hacerlo, como si me hubieran contagiado de ese espíritu justiciero que a la hora de la verdad, es tan sencillo como tajante: esto sí que es cine para disfrutar, ni más ni menos. Porque atajándolo por ahí, nos encontramos ante una película pensada para introducirte de lleno en ella, arrancarte unas risas, maravillarte con su expresión visual y hacerte pasar un rato agradable. Y justamente porque sus motivos son tan poco pretenciosos para tratarse de una superproducción tan arriesgada, que además te presenten una buena película de su género, para mí resalta por encima de todo. Y es que, en efecto, la catalogo como una buena película, pero también como un buen western. En el siglo XXI. ¿Es o no es para que esté flipando boniatos?

Todo esa especie de folklore que obsesas como yo hemos saboreado de los clásicos del Lejano Oeste es aquí respetado, desde su ambientación y sus personajes hasta sus tramas y sus guiños. No es un western menos auténtico que otros por haberse hecho en la época actual y en un formato comercial (¿o acaso los westerns no fueron precisamente comerciales en su día?). Es un western que a día de hoy, veo y puedo creerme, y que probablemente si le hubiera tocado gestarse en otro momento, ya formaría parte de la colección de las cintas vaqueras más reseñables del cine (y con críticas menos pejigueras, puestos a decir). El toque de humor y de aventura (porque antes que acción, prevalece la sensación de estar contemplando aventura y eso también es de elogiar actualmente) característico de Verbinski y los suyos encaja con mucha naturalidad durante todo el trayecto, perlado de esas referencias históricas a la construcción del ferrocarril, esa cultura mística de las tribus indígenas o esos paisajes áridos que tanto recuerdan al ojo dramático de John Ford. Sin olvidarse de abordar muchos de los temas predilectos del género, como la venganza, la familia o la dispar camaradería (genial y adorable, la química entre Hammer y Depp).

Sí que puedo entender que para algunos, en ocasiones, la cinta se vuelva algo densa, aspecto que de todas maneras no sería descabellado tachar como otra característica de muchos westerns. De ahí que no pueda considerarlo un ‘fallo’ en su totalidad, ya que aun así, los sucesos son expuestos con cuidado y claridad y no me atrevería a decir que sobrara ninguno (lo que no significa que no pudieran haberse expresado de un modo más conciso, por supuesto). Tiene en su contra que determinadas situaciones o secundarios sean un reciclaje demasiado obvio del laboratorio de Elliott y Rossio (los guionistas más frecuentes), pero a rasgos generales, la película transmite de todo, menos hastío y se desarrolla con nombre propio hasta el final.

El doblaje apenas deja que desear (aunque se echa de menos escuchar a la habitual y magnífica Nuria Mediavilla de los labios de Helena Bonham Carter), especialmente por la parte de Luís Posada, siempre acertado en el papel de doblar a Johnny Depp. Sin embargo, también recomendaría encarecidamente la versión original por lo que a Armie Hammer respecta, cuya voz, grave y profunda, le añade más ‘chicha’ al personaje de John Reid, como puede comprobarse, por ejemplo, en este tráiler. Creo que al contrastar con su timidez e ingenuidad, dota de más matices a la interpretación, y por desgracia, es algo que se pierde totalmente con su actor de doblaje aquí en España, Guillermo Romero, quien pone una voz más retraída e inofensiva, en resumidas cuentas.

Narración fluida y trabajada, fotografía y recreación estupendas, personajes bien perfilados y una banda sonora que lo envuelve todo con coherencia y esa grandiosidad épica a la que tan acostumbrados nos tiene Zimmer (el tramo en los trenes con la Obertura de Guillermo Tell es de lo más delicioso que he visto unir entre música y acción). Una realización agradable y un simpático homenaje que va más allá de lo correcto, con imágenes tan dignas de perdurar en la memoria del espectador, como el excéntrico cuervo que porta Toro en su cabeza o El llanero cabalgando con su caballo Silver por los tejados de un tren en marcha. Yo de ti no la dejaría escapar e iría a verla para lo que fue parida: diversión absurda y capaz de transportarte durante dos horas y media.