Título: Estela plateada: Parábola.
Título original: The Silver Surfer Parable.
Autor/a: Stan Lee al guión, Moebius al dibujo.
Saga: --
Editorial: Marvel Comics/Panini.
Año: 1989 (2011).
Páginas: 80.
ISBN: 978 - 84 - 9885 - 762 - 7.
Precio: 9,95€
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directamente en la propia web de Panini.Título original: The Silver Surfer Parable.
Autor/a: Stan Lee al guión, Moebius al dibujo.
Saga: --
Editorial: Marvel Comics/Panini.
Año: 1989 (2011).
Páginas: 80.
ISBN: 978 - 84 - 9885 - 762 - 7.
Precio: 9,95€
Stan Lee siempre ha jugado con la faceta divina y mitológica de aquellos personajes a los que escribía. En los 60, Lee y su dibujante estrella Jack Kirby se hallaban en la cresta de la ola. La pareja por aquel entonces llevaba en danza con geniales resultados las series de Los Vengadores, X-Men, El poderoso Thor (claro ejemplo del interés de Lee por lo divino y mitológico), los 4 Fantásticos... y fue en esta última en la que Lee dio el paso adelante: enfrentó a sus héroes a Dios, nada menos. A una fuerza imparable, un objeto inamovible, el destino mismo. Galactus llegó a la Tierra en el Fantastic Four #48, publicado originalmente en 1966, con la intención de alimentarse de la energía vital del planeta hasta dejarlo convertido en un pedrusco muerto, para después seguir buscando mundos de los que alimentarse. Sin embargo, no llegó solo. Antes que él, llegó Estela Plateada (Silver Surfer), como su heraldo, su metre cósmico, el encargado de buscarle los planetas de los que alimentarse.
La creación de Estela
Plateada fue algo curioso. No
existía en
el guión original de Lee, pero Kirby pensó que alguien tan
majestuoso como Galactus necesitaría de una especie de lacayo que le
presentara ante los mundos que devoraba. Y como el dibujante estaba
cansado de dibujar navecitas y el surf acababa de explotar como moda,
sumemos dos y dos y tendremos uno de los diseños más icónicos,
reconocibles, sencillos y elegantes que ha podido tener nunca un
personaje de comic. Tiempo después, se le ideó un trasfondo al
bueno de Estela Plateada: Norrin
Radd,
nativo del planeta Zenn
La,
hizo un pacto con Galactus: si este no destruía su planeta natal,
Norrin se dejaría convertir en el heraldo de Galactus. Este imbuyó
a Norrin de poder cósmico y perdonó Zenn La, pero a cambio Norrin
no podría volver a ver su planeta natal ni estar con su amada
Shalla-Bal. Su misión desde ese momento como Estela Plateada
sería buscar
planetas para
que su nuevo amo Galactus sobreviviera. El personaje caló entre el
público, convirtiéndose en un fetiche del propio Lee y gozando de
serie propia durante una larga temporada, con los magníficos dibujos
de Jon Buscema y Jack Kirby al servicio de las historias que narraba
Stan Lee.
Ahora
avancemos en el tiempo. Estamos a finales de los 80, y el cómic
norteamericano vive una época de madurez creativa en muchas de sus
vertientes. Se experimenta con los estilos japonés y europeo, las
tramas se vuelven en muchos casos más serias, el mundillo de los
comics de superhéroes vive una época en la que empieza a ser visto
como algo no solo es "para críos". Estela Plateada en
aquellos momentos vivía encadenado a la Tierra, pero libre del yugo
de Galactus. Mientras tanto, Stan Lee y Moebius habían empezado a
admirarse, a leerse, y lo que es mejor, a llevarse bien. Y así nació
el comic del que vamos a hablar hoy.
La premisa es
sencilla (en serio, si me prestáis atención, lo es), querido
lector: Galactus, en un futuro lejano, vuelve a la Tierra tras muchos
años. No hay superhéroes, y el mundo es un vertedero
lleno de gente que no se preocupa por los demás, y de listillos que
desde las altas esferas manipulan a los que están
abajo mediante religión y política. La llegada del todopoderoso ser
viene acompañada de un mensaje: "¡He venido a liberaros de
la culpa, de las despreciables leyes del hombre! ¡Si deseáis ser
salvados, haced lo que deseéis! ¡Tomad lo que deseéis! ¡El mal no
existe, como tampoco el pecado! ¡El placer lo es todo! ¡Así lo
dice Galactus!". Entre el caos que estas palabras generan en
la sociedad, confundida al creer que Galactus es una
verdadera divinidad a la que seguir ciegamente, ciertos individuos se
aprovecharán para ascender en la escala de poder. Pero ahí entra
Estela Plateada, que tras muchos años camuflado entre los habitantes
del planeta, no duda en arriesgar su vida tratando de proteger del
plan de Galactus (el cual no revelaré) a los ciegos ingratos que
habitan la Tierra.
El guión de Lee y el dibujo de Moebius se
complementan en esta historia, para transmitir poesía, grandeza,
fantasía, decadencia y sencillez, en su justa medida y con una
ligereza impresionante. Esta breve obra (de las 80 páginas del tomo,
30 son contenidos extra de diversa índole) se puede disfrutar mil
veces pese a su corta extensión. Es un comic que aunque muestra una
faceta muy pesimista, decadente y, por qué no, estúpida de
la humanidad, también resulta positivo al mostrar aquello que puede
hacernos grandes. El amor, la humildad, la empatía, la verdad, la
justicia... esas cosas que a día de hoy parecen ser tan cursis y
irrisorias para ciertos individuos megaguays y megamolones. Estamos
ante una obra que nos recuerda en todo momento que el verdadero poder
reside en esas cosas, y no en la capacidad de embobar a las masas o
de cometer genocidios, y que los verdaderos héroes son aquellos que
antepondrán el bienestar de los demás al suyo propio. Atentos sobre
todo al final. Pura moralina, que más de uno (y de mil) deberían
aplicarse.
Como último detalle, diré que la edición de
Panini es accesible, está muy bien presentada y contiene bastantes
extras, aparte de tener tapa dura y un recoloreado estupendo. Chapó,
señores.
Cuando el único defecto que hay en
un comic es su duración, simplemente no lo puedo considerar defecto,
IMPRESCINDIBLE.
Muy buena, Juanan, como siempre, leerte hablar de cómics es igual de intenso que las ganas que dejas de comprobar lo que dices, aun siendo tan poco entendidas del tema como yo. Moebius sabes que me gusta y si es con un buen guionista al lado, más, así que yo también anime a la peña a que te haga caso, es calidá <3
ResponderEliminarJEJ, gracias Neus :) Lo pillé de rebote por la edición, porque el personaje protagonista me gusta bastante y porque dio la casualidad que por esa misma época me leí El Incal (también de Moebius) y me dejó encantado.
ResponderEliminarOjo al dato: cuando me enseñaron por primera vez un dibujo de Moebius (creo que era de una de las secuelas del Incal) me solté un "¿MENUDA MIERDA NO?" de campeonato. En fin, será que me hago mayor o algo.
Pedazo de reseña, la verdad que tiene muy buena pinta por lo que comentas. Además, está Moebius en el dibujo, ya solo por eso merece la pena. En cuanto ponga al día algunas series compro este tomo.
ResponderEliminarUna reseña magnífica, Juanan. Y, viniendo de ti una nota así, uno no puede resistirse a lanzarse de cabeza. Le echo un ojo en panini y me lo anoto a la cabeza de la lista ♥
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