Once minutos (Paulo Coelho) -Aquí mandas tú-

Título: Once minutos.

Título original: Onze minutos.

Autor/a: Paulo Coelho.

Saga: ---

Editorial: Planeta. 

Traducción: Ana Belén Costas.

Año: 2003 (2003).

Páginas: 196.

ISBN: 9788408048787

Precio: 7.95€

¿Dónde puedo conseguirlo?: Casa del libro

Sinopsis: María es de un pueblo del norte de Brasil. Todavía adolescente, viaja a Río de Janeiro, donde conoce a un empresario que le ofrece un buen trabajo en Ginebra. Allí, María sueña con encontrar fama y fortuna pero acabará ejerciendo la prostitución. El aprendizaje que extraerá de sus duras experiencias modificará para siempre su actitud ante sí misma y ante la vida.



Este pedido me llegó desde la sección de Aquí mandas tú, hecho por Anónima (por favor, chicas, si me vais a pedir más y no sois la primera anónima, poned nombre o, simplemente, decid Anónima 2.0, o algo así). El caso es que me sorprendió bastante, entre otras cosas porque no me lo esperaba. Así que gracias por tu aportación, Anónima, que sepas que es mucho más especial de lo que te piensas ♥

El caso es que ya me habían recomendado antes a Paulo Coelho, en concreto su novela Veronika decide morir. Admito que no la pude terminar. El título era muy atrayente, la historia extraña y en cierto modo bien encuadrada, pero me fallaban muchas otras cosas, detalles que, para ser sincera, no recuerdo. El caso es que Once minutos se me ha vuelto a presentar igual: de casualidad y porque alguien me lo ha recomendado. Esta vez sí que he terminado la novela, y, con sus más y sus menos, esto es lo que pienso de ella:

Tiene un comienzo muy bueno. La primera frase del libro, de hecho, empieza con: <<Érase una vez una prostituta llamada María>>. Nos cuenta la vida de María: su primer amor, su infancia, la adolescencia, cómo, al final, termina viajando a Río de Janeiro durante su décimo octavo cumpleaños. Allí conoce a un suizo, un hombre con dinero que le ofrece un trabajo en el antiguo continente. María, después de no pensárselo mucho y de los consejos denigrantes de su madre, decide coger el avión para vivir en Ginebra.  Allí pronto se da cuenta de que ha sido estafada, y que su objetivo no es más que bailar samba delante de hombres que babean por ella y por sus compañeras. Después de un desacuerdo y una amenaza de denuncia, María es despedida. Gasta el dinero de la indemnización en unas sesiones de fotos y se dedica a repartirlas por las agencias de modelos. Tras unos días el móvil suena, y la citan con un árabe en un restaurante muy caro. Después de la cena, el vino y mil francos de proposición, María se acuesta con él. Y, de esta manera, se plantea que una buena manera de sobrevivir sería precisamente ésa: prostituyéndose.
Y aquí está el punto culminante de la obra, el centro de todo. María como prostituta y su aceptación o no ante esa condición.

En cuanto a los personajes, decir que aquí Coelho peca de una manera brutal. Son incoherentes, están mal construidos. Resumiéndolos en una palabra: inverosímiles. Pero todos ellos. No he encontrado ni uno (o al menos ninguno que tenga una mínima importancia) que no cumpla estas lamentables características. María es una chiquilla sacada del último rincón de Brasil, sin ningún tipo de conciencia para con el mundo y/o la intelectualidad. A pesar de esto, suelta unos discursos dignos de los mejores oradores. Los personajes en general hablan de cosas que parecen no tener sentido, o que quizá sí que lo tengan pero esté reflejado de una manera poco adecuada. Por no hablar de la propia María en cuanto a sus ideales, que cambian como el viento y que ahora negro, después blanco, después gris, después quiero una paleta de colores. Y lo más gracioso es que la mayoría de los cambios nacen a raíz de algo idiota y mínimo; un tanto sinsentido.

Su prosa es muy buena al principio... pero sólo al principio. Después es repetitivo, excesivamente repetitivo. La idea es buena, no te confundas, querido lector: María metida en todo ese embrollo, la imagen de una chica extranjera sobreviviendo en una Europa muy arraigada, teniendo que tomar ese camino... pero ya está. O sea, la idea muy bien, la manera de llevarla, muy mal. O, al menos, ésa es mi opinión. Paulo Coelho cansa, señoras y señores, y, de hecho, sí recuerdo perfectamente que fue uno de los motivos por los que dejé de leer su otra novela.

La estructura, sin embargo, me pareció muy buena. Narrador heterodiegético (recordemos: tercera persona, omnisapiente. Más información aquí), al final de cada capítulo un fragmento del diario de María comentando algo, por lo general después de la última escena que se nos ha descrito. La forma de escribir de María, por supuesto, elaborada y muy filosófica, nada que ver con la idea de la niña que desconoce el mundo y que se prostituye que se supone que es. El título, por cierto, va referido a los cálculos de María y lo que finalmente estima que es el verdadero tiempo que pasan un hombre y una mujer haciendo el amor.

Otro tema importante dentro de la obra, como es evidente, es el sexo. Y aquí voy a hacer una pausa, a coger aire y a prepararme para no coger una gatling y volverme loca. Al principio bien: habla de María, de su condición en cuanto al sexo, de las vueltas que le da al hecho de prostituirse. Todo correcto. Pero cuando se mete en el tema del bondage y el sado (no muy extremo, algo liviano y llevadero) me dan ganas de darle dos tortas al señor Paulo para espabilarlo bien. Al menos en este libro, deja reflejado que no tiene NI IDEA de lo que está escribiendo. Lo lleva de una manera monótona, indecisa, incluso degradante. Al principio todo es maravilloso y vivan los azotes porque me siento libre, pero después es un no parar de: <<oye, no hagas eso, que es más malo que cualquiera otra cosa. No, no>>. Degrada el tema del bondage, lo recrimina y lo destruye. Cuando salió el tema estaba entusiasmada (¡por fin algo verdaderamente interesante!), pero mi error garrafal estuvo en esperar que se tratase con ese toque magistral que Pauline Reage nos enseña en Historia de O. Nada más lejos de la realidad.

Así que, en resumidas cuentas, Once minutos no es un libro que recomendaría. Más por pedante que por otra cosa, aunque, ojo, que Coelho tiene un éxito mundialmente conocido, y por algo será. Aunque la novela realmente no haya sido santo de mi devoción, quiero agradecer fervientemente a Anónima su participación. En su mensaje me decía que a ella le impactó porque lo leyó muy joven, y supongo que por eso quizá dejó algo más de huella. Al fin y al cabo, leer sobre prostíbulos, virginidad y sadomasoquismo a una edad temprana siempre da qué pensar.