Título: Castillos.
Título original: Castles.
Autor/a: Julie Garwood.
Saga: ---
Editorial: Debols!llo (colección Cisne).
Traducción: Edith Grandicelli de Tálamo.
Año: 2005 (2005).
Páginas: 223.
ISBN: 9788497937283.
Precio: Desde 3.50€ de segunda mano.
¿Dónde puedo conseguirlo?: Casa del libro
Sinopsis: Apremiado por el temor a que el general Iván la fuerce a una boda por motivos políticos, el duque de Williamshare, que desde la muerte trágica de sus padres es su tutor, reclama a la joven princesa Alessandra. Acompañada por Colin, el hijo menor del duque, Alessandra será la encargada de abrir y preparar la mansión londinense para la temporada de invierno. La bella y atrevida muchacha de cabellos oscuros no tarda en cautivar a toda la alta sociedad, pero un intento de secuestro que Colin conseguirá evitar lo lleva a tomar una decisión drástica para proteger a la princesa.
Como ya puedes saber, querido lector, me encantan este tipo de novelas. Me parecen un puente literario perfecto entre una buena lectura y otra. Además, me hacen no pensar, que de vez en cuando viene bastante bien. El caso es que tenía Castillos entre mis lecturas pendientes en el ebook y, después de ver que la autora era Julie Garwood (creadora de la inmejorable, insuperable, perfecta novela Lady Johanna), no me pude contener.
Alessandra es una princesa que ha tenido que abandonar su país por problemas políticos. El temido general Iván, que ha instalado allí su dictadura, quiere casarse con ella a toda costa para lograr tener un poder regional supremo. Pero ella escapa (afortunadamente) y termina entre las calles de Londres, donde su tutor, el muy considerado duque de Williamshare, le da cobijo. Pero tenemos la mala pata de que el duque y su esposa se ponen enfermos; terriblemente, el hermano mayor del mismo y su mujer, también. Así que a Alessandra no le queda otro remedio que irse a vivir a casa de Colin, el hermano menor del duque, que es obstinado, terco y bastante solitario. Y hasta aquí paro de contar en cuanto a la historia, porque seguro que el resto te lo imaginas.
No nos vamos a engañar: estas novelas son todas iguales. Los personajes son predecibles y encasillados, no salen de lo típico y la trama no sucede ni a un ritmo vertiginoso, ni con la suficiente intensidad dramática. Las escenas amorosas están a la orden del día y los hombres son posesivos como ellos solos. Pero a mí me encantan.
En este sentido, Castillos sigue más o menos el mismo patrón, con la diferencia de que, esta vez, tenemos de fondo una especie de confesiones paralelas que giran en torno a la trama, en las que un temible asesino comenta sus deseos. Incluso tiene alguna que otra sorpresa.
No voy a decir mucho más, porque estas novelas son para quién las quiera leer. A mí me gustan y por ello las disfruto muchísimo, pero entiendo que si estás más acostumbrado a leer otras cosas (novela juvenil, o cualquier tipo de literatura que merezca la pena), este no es tu libro. En cambio, si te gustan, has de tener en cuenta que es la cuarta entrega de la saga Lyon, que ya empecé con Dueña de su corazón y cuyo orden me he saltado a la torera porque no me he dado cuenta.
Como ya puedes saber, querido lector, me encantan este tipo de novelas. Me parecen un puente literario perfecto entre una buena lectura y otra. Además, me hacen no pensar, que de vez en cuando viene bastante bien. El caso es que tenía Castillos entre mis lecturas pendientes en el ebook y, después de ver que la autora era Julie Garwood (creadora de la inmejorable, insuperable, perfecta novela Lady Johanna), no me pude contener.
Alessandra es una princesa que ha tenido que abandonar su país por problemas políticos. El temido general Iván, que ha instalado allí su dictadura, quiere casarse con ella a toda costa para lograr tener un poder regional supremo. Pero ella escapa (afortunadamente) y termina entre las calles de Londres, donde su tutor, el muy considerado duque de Williamshare, le da cobijo. Pero tenemos la mala pata de que el duque y su esposa se ponen enfermos; terriblemente, el hermano mayor del mismo y su mujer, también. Así que a Alessandra no le queda otro remedio que irse a vivir a casa de Colin, el hermano menor del duque, que es obstinado, terco y bastante solitario. Y hasta aquí paro de contar en cuanto a la historia, porque seguro que el resto te lo imaginas.
No nos vamos a engañar: estas novelas son todas iguales. Los personajes son predecibles y encasillados, no salen de lo típico y la trama no sucede ni a un ritmo vertiginoso, ni con la suficiente intensidad dramática. Las escenas amorosas están a la orden del día y los hombres son posesivos como ellos solos. Pero a mí me encantan.
En este sentido, Castillos sigue más o menos el mismo patrón, con la diferencia de que, esta vez, tenemos de fondo una especie de confesiones paralelas que giran en torno a la trama, en las que un temible asesino comenta sus deseos. Incluso tiene alguna que otra sorpresa.
No voy a decir mucho más, porque estas novelas son para quién las quiera leer. A mí me gustan y por ello las disfruto muchísimo, pero entiendo que si estás más acostumbrado a leer otras cosas (novela juvenil, o cualquier tipo de literatura que merezca la pena), este no es tu libro. En cambio, si te gustan, has de tener en cuenta que es la cuarta entrega de la saga Lyon, que ya empecé con Dueña de su corazón y cuyo orden me he saltado a la torera porque no me he dado cuenta.
No me tienta este libro.
ResponderEliminarBesotes!!!
Por el momento creo que lo dejaré pasar, me lo pensaré más adelante. Un besote :)
ResponderEliminarEste no es para mí, ya solo la portada... Pero me alegra que lo hayas disfrutado, eso ya no te lo quita nadie.
ResponderEliminarUn beso guapa ;)