¿Qué película veo? Hoy, Grand Piano.

Frodo hace más cosas aparte de Frodo. El caso es que cuando vas al cine y lo ves dices: "Mira, máma, Frodo". Eso es así.

2013 ¡Eugenio Mira! Que no tiene ficha en Wikipedia, pero pa' mí que es español. El caso, que dirige a Elijah (mi adorado Elijah Wood) y a John Cusack, con el que he pasado varios periodos, desde "te quiero" a "eres el inútil más grande de la historia". Que da igual, en realidad, porque sabes que es él por su actor de doblaje y por su nombre en el cartelico. ¡Ah, y uno de los productores es Rodrigo Cortés!

La historia trata de Tom Selznick, el pianista más grande de su generación. Él es el único, junto con su ya fallecido maestro, que tiene la capacidad y la agilidad en los dedos para tocar la ópera prima del sensei. Por desgracia, la primera vez que lo intentó Frodo falló y acabó decepcionando a la multitud. Desde entonces no ha vuelto a tocar en público. Así que con ayuda de su encantadora y famosa esposa (Kerry Bishé; que sale en Argo... y no la recuerdo, la verdad. Lo pone en Googles) preparan la gran vuelta a los escenarios del genio. Frodo está agobiado y dubitativo, parte de él no desea tocar; pero otra parte tampoco quiere quedarse a la sombra profesional de su señora y su impecable carrera como actriz, así que #yolo. Total, que empieza a tocar. Todo genial. Todos lo apoyan, se intenta obviar el tema de su fallo en la pieza del maestro, todo el mundo ¡Bien, Frodo, tú puedes! y tal. Pero John Cusak, que se conoce que dar por saco sabe bien, con ayuda de algún que otro matón, le obliga a ponerse un pingaplillo por el que va dándole órdenes. ¿Qué órdenes? Quiere que vuelva a tocar la pieza maldita y que esta vez no falle. Para asegurarse de salirse con la suya, le advierte de lo que pasaría si le desacata... matará a su linda mujer.

----

¿A que os recuerda a Última Llamada? Sí y no. A ver, partiendo de la base de que POR FAVOR Colin Farrell vs Elijah Wood es como Charizard vs Magikarp. No lo digo yo, lo dicen sus filmografías. (Wikipedia, ailoviu). También la intención del director es completamente distinta. Última Llamada pretendía transmitir la tensión y el agobio de un señor que no puede salir de una cabina. Era más sencillo de conseguir, teniendo en cuenta que el señor está en la cabina. Grand Piano nos enseña un escenario lleno de gente y de personas totalmente al margen de Frodo, que es el que está sufriendo solo. Nos dice: está solo, aunque está rodeado de gente. 

El mérito ABSOLUTO de esa sensación es de Fr.... Elijah. Me sale solo, me sale solo. Quiero decir, su cara lo dice todo. Todas las sensaciones que nos deben recorrer el cuerpo a lo largo del filme vienen de su mano. A la misma vez, estas expresiones las debe ocultar al resto de figurantes y secundarios. Recordemos que hay un loco sniper que se lía a tiros si se le tuerce el plan.

El concierto, escenario principal de la obra, es de attrezo. Curioso; nunca da la sensación de serlo. Cabe destacar la capacidad de nuestro actor protagonista para darnos a entender que sufre, piensa, maquina y toca obras maestras del piano a la vez. Yo a veces hablo por teléfono y miro Facebook y me siento importante. Ayudan los planos, que casi nunca son del personaje completo, sino que alternan entre manos y expresión. Y la iluminación: importantísima. Debe dar en todo momento la imagen de ser un concierto real, pero normalmente los focos ciegan levemente a los que están en el escenario. Así que la intensidad y el ángulo deben ajustarse para el disfrute del espectador.

La pregunta es: ¿por qué verla? La respuesta es sencilla: ¿por qué no? Es una buena película. Lo suficiente como para que no te aburras -no es nada larga- y para que centres en una historia con algún que otro giro final. Es satisfactoria, y a veces es lo que buscamos cuando miramos qué película escoger. Una no se siente decepcionada al salir del cine, y se fomenta la producción española, que también es importante.